2 diciembre, 2024

MÁS QUE UNA VENGANZA, por Laura Cortés García.

MÁS QUE UNA VENGANZA

CAPÍTULO 1

Hace muchos años, vivía en un pequeño pueblo un viejo anciano el cual era viudo y no tenía una familia puesto que todos los miembros de su familia habían fallecido en un viaje de avión al que fueron todos menos él, debido a que tuvo que quedarse en su casa por una enfermedad de la cual se curó al pasar unos dos años .

En su vecindario era como el ´´abuelo´´ de todos los niños que habitaban por la zona, y él disfrutaba ya que de un modo u otro, era una forma de poder estar con aquellos nietos que nunca pudo disfrutar ni apenas conocer. Absolutamente todos los vecinos le tenían un cariño muy especial y cercano hacia su persona, lo que nadie sabía era que en cualquier momento, toda la historia iba a dar un giro de 360º.

CAPÍTULO 2

Este anciano poseía en su acogedora morada un cofre de oro, donde metía en su interior las pertenencias más importantes de sus respectivos hijos, nietos, hermanos…en memoria de ellos y para que al menos los tuviera presente para toda su vida. Hacía una especie de ritual cada noche en el cual cogía con sus manos cada objeto individualmente y empezaba a decir en alto el nombre del dueño del objeto concreto, y después de eso, rezaba delante de una cruz que tenía enmarcada en lo alto de la puerta principal. No había noche en la que no hiciera este pequeño hábito que había adquirido, y cuando terminaba, se disponía a llorar desconsoladamente gritándoles a los objetos´´no os preocupéis ni lloréis como yo, porque os prometo que conseguiré vengarme por todo lo que tuvisteis que sufrir´´, hasta que pasadas unas horas, todo volvía a la normalidad y el hombre hacía como que nada había pasado, se comportaba como si nada ante todos sus vecinos y ciudadanos del pueblo.

CAPÍTULO 3

Una noche, en la casa de una de las familias que poblaban el pueblo, se produjeron una serie de fenómenos no habituales, como persianas moviéndose bruscamente a pesar de no haber ni una sola pizca de viento, objetos, jarrones, vasijas… rompiéndose en miles de pedazos, etc. Asustados, todos los que se encontraban dentro de la casa, huyeron despavoridos en busca de ayuda, salvo los hijos más pequeños, uno tenía cinco años, el otro dos. Cuando los padres se dieron cuenta de esto, corrieron de vuelta a la casa, pero ya era demasiado tarde,los dos niños no se encontraban en la casa y los padres estaban muy preocupados y alarmados ya que no se podían imaginar dónde podían haberse ido sus hijos tan menores de edad, a esas altas horas de la noche. De lo que no eran conscientes era que a partir de ese preciso instante, sus vidas no serían las mismas, y alguien iba a intervenir en ellas.

CAPÍTULO 4

Mientras, el anciano estaba en su casa tranquilamente viendo la televisión, y al enterarse de esta noticia, corrió a la casa de esta familia para ver cómo estaba todo. Para su sorpresa, vio toda la casa completamente destruida, y lo que antes era una hermosa vivienda bien decorada, ahora se había convertido en una especie de casa abandonada y descuidada por el paso de los años sin ser atendida. Los padres, casi sin fuerzas ya, se rindieron ante el misterioso caso de sus dos hijos, pero el anciano quiso ayudarles y puso empeño en llamar a la policía de nuevo y que no parasen de buscar por cada uno de los rincones de todo el pueblo. La familia muy agradecida, le ofrecieron al hombre que residiera en su casa durante ese periodo de búsqueda y éste aceptó.

CAPÍTULO 5

Tras varios meses de investigación, se resolvió el caso del que todos hablaban en aquel lugar. Resultó que los niños se habían escapado de casa al ver que sus padres previamente se habían ido también debido a los fenómenos que estaban ocurriendo y con toda su buena intención, iban corriendo a buscar a sus padres cuando de repente, se tropezaron con una piedra que se encontraba en el camino y cayeron a un pozo, localizado en una de las calles más desérticas de la zona.

Nadie se dio cuenta de este suceso, y los niños no disponían de un torrente de voz lo suficientemente fuerte como para poder captar la atención de alguien que casualmente pasase por allí. Fallecieron finalmente en cuestión de una semana por falta de agua y comida, y los descubrieron porque el hombre dedicado al cuidado del pozo se pasó por allí un día de milagro, ya que el hombre no era muy responsable y no siempre iba.

CAPÍTULO 6

La escena de lo que había pasado en el pozo que describieron los agentes de policía, le resultaba muy familiar al anciano, pero no sabía a qué se debía. Los padres totalmente hundidos y desamparados al escuchar finalmente los resultados de esta horrible tragedia, agradecieron al anciano por todo lo que había hecho, y posteriormente, se fue de nuevo a su casa en la que no había estado durante bastantes meses.

CAPÍTULO 7

Sentado en su hamaca, el hombre seguía pensando a qué le recordaba lo que había pasado en el pozo, y al fin dio con la respuesta.

Resulta que a su nieta más pequeña le encantaba ir a ese pozo a ponerse a jugar con sus muñecas, no le importaba la hora que fuese, siempre iba a tener ganas de ir allí y pasar el rato, su abuelo la acompañaba de vez en cuando y veía lo bien que se lo pasaba allí jugando durante horas y horas… hasta que llegaba la hora de cenar y la madre la llamaba para que fuese a comer.

Entonces el anciano se temía lo peor… sacó la hipótesis de que la causante de todo lo sucedido había sido su nieta fallecida, el espíritu que fue a casa de esta familia para querer jugar con los niños más pequeños y poder enseñarles sus preciosas muñecas de porcelana, ya que era lo mas valioso que ella poseía. Al llevarlos al pozo, más bien, al obligarlos a ir al pozo, los niños se sintieron desorientados y sin saber que hacer, entonces, como ellos no podían escuchar a la niña que les hablaba -ya que ésta era un espíritu-, se enfadó, y decidió tirarlos por el pozo ya que no le echaban cuenta y se sentía invisible -lo era, aunque ella creyese que no-. Suena descabellado, pero según su abuelo todo encajaría puesto que los niños no hubiesen ido hasta aquel pozo por ellos solos al estar tan oculto. Todo indica que fueron conducidos por esta nieta tan diabólica y siniestra, el anciano pensó que todos los rituales que hacía cada noche, de una manera u otra habían invocado a los miembros de la familia fallecidos aquel día. Por el bien de todos y para que nadie se asustara ante esta nueva teoría que formuló este señor, se llevó este ´´secreto´´ con él a la tumba. Murió a la edad de 91 años, y fue enterrado junto a toda su familia.

CAPÍTULO 8

Se dice que a veces en ese cementerio se escucha la voz de una dulce niña hablando con su abuelo y diciéndole: ´´Gracias abuelo por todo lo que hiciste por mí, nunca pudiste llegar a vengarte como tú nos prometías cada noche que harías, pero aún así, te admiro por haberte acordado de todos nosotros durante tanto tiempo, en cambio, la que me he vengado soy yo, te confieso que hice todo lo del pozo para que aquella familia pudiese sentir el mismo dolor que tú sentiste cuando nos perdiste a todos nosotros del tirón, ahora que estás aquí, ya no no volveré a vengarme de nadie más, lo prometo de verdad´´.

LAURA CORTÉS GARCÍA

1º BACH B