Odio cuando callas porque parece que estás ausente ,
amo cuando te explayas ya que noto que estás presente.
Quiero pies aunque pueda volar ,
amo a mis alas aunque soy capaz de andar .
Calladita no quiero verte
y ante las injusticias , tú solita eres capaz de defenderte .
Los troyanos no necesitaban a una pobre Helena ,
quieren a la fiera , la leona , la aventurera.
Ni mi pupila ni la tuya son de color azul ,
ni la poesía me necesita al igual que tú .
Porque cuando me dijeron que llorase como “mujer” lo que no supe defender como
“hombre” ,
yo sí entendí que no tenía que huir a un monte ,
que debía seguir en mi corte
aunque eso puede que no lo soporte.
Que tal vez esas amas del hogar esperaban más una sociedad liberal
que la llegada de su marido ebrio de cualquier bar .
Que no es no ,
que el respeto ni se gana ni se financia ,
se regala , aunque tu mente machista no la considere una “señora”.
Y por supuesto no me olvido de las 13 rosas
que una primavera tras otra florecen en mis macetas .
Mary Richmond , Shelley , Carmen , Christine , Hipatia
todas ellas autoras , pensadoras , escritoras ,
sin un mérito más allá del fuego de unas antorchas .
Porque como una vez dijo Virginia :
¿Cuántas veces anónimo ha sido nombre de mujer?
«ODIO CUANDO CALLAS» AITOR LEÓN MONGE